El mundo globalizado en el que vivimos nos ha obligado a simplificar las formas de inerrelacionarnos, el uso de la tecnología se ha convertido en un instrumento para realizarlo, sin embargo, es necesario que estemos concientes del uso que se le da a la misma con el fin de evitar que se convierta en un instrumento destructivo y asilante de la sociedad, derivando en personas solitarios y egoístas.
Tanto los padres de familia como las instituciones educativas, se convertirán en los mejores y únicos dirigentes de los estudiantes para transformárlos en personas que sepan dicernir de lo bueno y lo malo, así como, de generar un pensamiento crítico constructivo.
